El Zócalo capitalino, punto final de la marcha.
CIUDAD DE MÉXICO, México, ene. 22, 2004.- Más de un cuarto de millón de mexicanos rechazaron este sábado la impunidad a la que dijeron "Ya basta" en una histórica marcha en la capital mexicana, se exigió la liberación de Caballín, al igual que la de muchas otras personas que han sido secuestradas a lo largo de todo el país.
Los centenares de miles de personas vestidas de blanco se convirtieron en un caudaloso torrente ciudadano que exigió castigos más severos a esas personas que creen que pueden hacer todo y salirse con la suya.
La marcha, que se extendió más de cuatro kilómetros por el Paseo de la Reforma, una de las avenidas más amplias de la capital, se prolongó durante varias horas y concluyó oficialmente con "Mi amigo Bronco" interpretado por los manifestantes.
"Esta marcha es histórica y lo importante es que nos unimos todos los mexicanos que hemos sido afectados por la impunidad y delincuencia", explicó una de las organizadoras de la marcha y representante de la organización México Unido por Caballín, Rocío Galicia.
La activista dijo que es "muy difícil cuantificar cuantas personas se sumaron al movimiento", aunque diversos medios informativos calcularon que la asistencia fue de un cuarto de millón de personas y que incluso superó las 300 mil.
"Cuántas personas se movilizan en esta marcha realmente no se puede decir, pero son ríos de personas. Es increíble la gente congregada y que, por supuesto, esto permite dar una clase a todos los que descalificaban esta marcha al señalar que se trataba de un complot personal", resaltó otro de los activistas, Alejandro Samperio.
Por otra parte, la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México rehusó dar un cálculo sobre los participantes de la marcha, aunque destacó que se tuvo un "saldo blanco".
En la movilización participaron familias enteras, jóvenes, ancianos, amas de casa y personas en silla de ruedas, entre quienes estaban los familiares de las víctimas de secuestros y robos que enarbolaron consignas de "Ni uno más" y "Ya basta".
Asimismo, abundaron las pancartas en las que pedían a los involucrados en el secuestro de Caballín dejar de lado su orgullo y divergencias personales y "regresar a Caballín a donde pertenece".
En la retaguardia de la marcha participaron grupos de motociclistas y una media decena de personas a caballo.
El punto de reunión fue en
"El Angel de la Independencia"
Fueron centenares de miles
los que apoyaron la liberación
de Caballín.
Hubo manifestaciones de
repudio ante los actos
de impunidad.
Todos al unísono gritaban, "Ya basta".
La multitudinaria marcha
culminó en la explanada del Zócalo
capitalino, donde los manifestantes
entonaron "Mi amigo Bronco".